Hoy hacemos memoria y recordamos el hecho sucedido en Chile

A las 23:32 hrs. del 24 de Enero de 1939 la tierra asestó un zarpazo a las provincias de Maule, Linares, Ñuble y Concepción (aunque la tierra se movió entre Santiago y Temuco, y entre la costa y Mendoza) llevándose consigo 5.648 vidas, según el informe oficial, y más de 30.000, según estimaciones de la prensa.
El presidente de la época, don Pedro Aguirre Cerda, se trasladó al día siguiente hacia la zona afectada advertido de lo grave de la situación, aunque los primeros informes no precisaban la zona del epicentro (inicialmente, al perderse totalmente las comunicaciones con Chillán, se creyó que el mayor daño estaba en Concepción).El movimiento se inició con una sacudida brusca y violenta, que derribó la mayoría de los edificios, seguida de varias otras menores, que destruyeron totalmente la mitad de las 3.526 viviendas existentes entonces en Chillán. Todas las comunicaciones se cortaron. Adobes, ladrillos y vigas aplastaron miles de personas, algunas de las cuales fueron rescatadas en los días siguientes por voluntarios y marinos de los destructores Riquelme y Serrano, el acorazado Almirante Latorre y las naves británicas Ajax y Exeter y el buque francés Jeanne D'Arc. La Fuerza Aérea, LAN, Panagra, Ferrocarriles del Estado y muchos otros se sumaron al rescate.
Parral, San Carlos, Florida, Bulnes, Quellón, Coelemu, Rafael, Penco, Tomé y Concepción sufrieron daños considerables en sus construcciones. El sismo fue catalogado como magnitud 7,8 en escala Richter e intensidad X en escala Mercalli. La destrucción fue tal que obligo, tanto a las autoridades como a la población en general, a una mejor planificación y organización en las labores de reconstrucción y rescate. Oportunidad ideal para aprobar en el parlamento la creación de la Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO), institución a través de la cual el Estado dirigió la reconstrucción del país y el fomento de la actividad industrial. El alto número de muertes junto a la destrucción total de viviendas, especialmente la de los sectores más pobres, indujo al presidente Pedro Aguirre Cerda a regularizar la edificación por medio de una ley. También llevó a que, finalmente, se concretara el proyecto de creación de la Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO), con el fin de iniciar la industrialización del país, lo que se logró ese mismo año tras arduas negociaciones entre la coalición de gobierno –el Frente Popular- y la oposición. Este terremoto marcó el inicio de las grandes campañas de ayuda a los damnificados. Tanto el Estado como la sociedad civil se movilizaron para entregar ayuda humanitaria: evacuar a un gran número de damnificados hacia otras ciudades, colaborar en la remoción de escombros y apoyar la reconstrucción de la zona en la que ocurrió la catástrofe. En este sentido, la presencia directa del presidente Aguirre Cerda y el liderazgo que demostró en la ayuda y posterior reconstrucción, le hicieron ocupar un sitial importante en la memoria popular, que recordaría la catástrofe durante años a través de canciones cuyos versos rememoran la pérdida de los más cercanos y la ayuda posterior que recibieron los damnificados. (Alrededor de la Plaza se ubicaba la Catedral, que fue destruida completamente por el sismo. Veinte años demoró en ser reconstruida en el mismo sitio y hoy representa el edificio más característico de la ciudad. Concebida en forma ojival representa manos que se entrecruzan por los dedos que salen de la tierra, para recordar a los 20.000 ciudadanos fallecidos en el gran terremoto del año 1939. Al frente hay una cruz imponente que se levanta en 36 metros sobre el terreno, símbolo de resurrección que extendiendo sus brazos de sur a norte del país expresa el agradecimiento de esta ciudad a la ayuda recibida desde todos los países del mundo).

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