La capital hondureña fue sitiada en 1924 por fuerzas revolucionarias comandadas por los generales Vicente Tosta, Tiburcio Carías Andino, Gregorio Ferrera y Francisco Martínez Fúnez para derrocar al gobierno del General Rafael López Gutiérrez, que capituló el 29 de abril después de un armisticio negociado entre los miembros del Consejo de Ministros que sustituyó al Presidente fallecido el 13 de marzo cuando Tegucigalpa era campo de batalla.Al cesar el sitio, los comandantes de la revolución se comprometieron a que ninguno de ellos aspiraría a la Presidencia de la República después de instalado un gobierno transitorio que convocaría a una Asamblea Nacional Constituyente.
Los jefes revolucionarios se pusieron de acuerdo para nombrar como Presidente Provisional al General Vicente Tosta Carrasco y se ubicaron en el gabinete de gobierno para ejercer la provisionalidad administrativa del estado.
El 30 de abril de 1924, ante el cuerpo diplomático, en las afueras del edificio que servía de sede al disuelto Congreso Nacional, se realizó la ceremonia donde las nuevas autoridades tomaron posesión de sus cargos. El general Tosta Carrasco integró su equipo ministerial con la promesa de retornar a la institucionalidad el primero de febrero de 1925 dejando un término de nueve meses para darle al pueblo la libertad de escoger al nuevo mandatario.
Exceptuando al general Martínez Fúnez quien no aceptó ningún cargo en el gabinete y fue nombrado Comandante de Armas de Tegucigalpa, los demás si se ubicaron en el engranaje administrativo del Estado.
El general Tiburcio Carías Andino comandante en jefe de los revolucionarios que se tomaron la capital desde el oriente del país, fue designado como Ministro de Gobernación y Justicia.
El general Gregorio Ferrera fue nombrado por el Presidente Tosta como ministro de Guerra, cargo que desempeñó hasta el mes de agosto de ese año al entrar en discrepancias con el mandatario, a tal grado que preparó una revuelta desde Intibucá que el propio general Tosta sofocó, sustituyéndole en las funciones encomendadas por el coronel Andrés Leiva.
Ese 30 de abril también se integraron al equipo de gobierno connotadas figuras de la política como el Dr. Paulino Valladares, fogoso periodista que desde las páginas de El Cronista fustigó a la dictadura de López Gutiérrez y apoyó a la revolución cuando se dieron los resultados electorales de octubre de 1923 que produjeron el rompimiento del orden constitucional.
El Dr. Valladares fue nombrado como Ministro de Relaciones Exteriores pero por quebrantos en su salud abandonó la cartera en el mes de octubre de ese año dejándola en manos del Dr. Salvador Aguirre.
Al Secretario de Estado encargado de los despachos de Hacienda y Crédito Público, se le confió en los primeros días al abogado don Silverio Laínez pero después y hasta el final del período provisional la ejerció el influyente banquero P.M. don Donato Díaz Medina
La cartera de Instrucción Pública, el general Tosta se la confió a un prominente médico paceño, el Dr. Ramón Alcerro Castro sustituido al decidir correr como diputado constituyente por el Dr. Federico A. Smith.
El abogado José María Casco fue designado como Secretario de Estado en los Despachos de Fomento, Obras Públicas y Agricultura, cargo que dejó para lanzarse como diputado por Tegucigalpa a la Constituyente, funciones que pasó a desempeñar hasta el 30 de enero de 1925 el abogado José Blas Henríquez.
El pasado 30 de Abril se cumplieron ochenta y cuatro años se cumplirán mañana de haberse instaurado ese gobierno provisional presidido por el general Tosta Carrasco, que dio cumplimiento a la promesa de devolverle al país su institucionalidad y garantizar las elecciones para que los hondureños escogieran en las urnas al mandatario qEsa fue la última guerra civil en Honduras, porque años después en el gobierno del Dr. Paz Baraona y el del Dr. Mejía Colindres hubo amagos de rebelión que no pasaron de ser alzamientos de Comandancias de Armas que se controlaron por las fuerzas gobiernistas sin tener las repercusiones de la revolución del 24.
Emitida la Constitución de 1924, se practicaron elecciones para autoridades supremas alzándose con la victoria comicial la candidatura del médico santabarbarense Miguel Paz Baraona del Partido Nacional, gobernante que en su período nombró al general Martínez Fúnez y al general Tosta Carrasco, para desempeñarse en dos etapas como Ministros de Guerra, Marina y Aviación.
que tomaría posesión el 1º de febrero de 1925.
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